Cuestionando el cristianismo por Tim Keller — un breve resumen
¿Cómo uno atraviesa y supera el sufrimiento y la maldad?
Este es un resumen del livestream de Tim Keller en Gospel in Life. La posición que Tim toma se basa en un enfoque práctico del sufrimiento.
Algo que es muy importante recordar es que el sufrimiento es inevitable. Todos, en las culturas antiguas, sabían esto a cabalidad. En nuestro mundo actual, globalizado y permanentemente conectado, esto no sucede. Pero lo que es cierto es que toda esta conectividad e inmediatez ha permitido que salgan a la luz nuevos dolores, penas y sufrimientos. Ante esto, surge la pregunta: ¿tienes alguna teoría que funcione que permita atravesar el sufrimiento?
En la primera sección se muestra un resumen muy puntual sobre cómo enfrentan el sufrimiento las más grandes culturas antiguas y el pensamiento de la sociedad moderna y secular. En la segunda, se presenta lo que el cristianismo ofrece.
1. Religiones kármicas:
Las religiones kármicas creen en la reencarnación. Se juzga cómo uno vive: si uno lleva una vida correcta, se llega a superar el sufrimiento. En este sentido, si estás sufriendo actualmente es porque algo malo hiciste en el pasado. No hay sufrimiento injusto.
La estrategia desde esta cosmovisión es la resignación; aceptar la vida tal y como es.
2. Budismo
El budismo comenzó con Siddharta Gautama, quien fue un príncipe que abandonó su palacio y vio el sufrimiento. Esta cosmovisión se basa en las cuatro nobles verdades: 1) la vida es sufrimiento, no pienses que lo vas a evitar 2) el sufrimiento viene del deseo -la brecha entre lo que deseas y lo que tienes es el sufrimiento- 3) para que uno no sufra debe desapegarse y renunciar al deseo 4) los ocho pasos hacia la iluminación. El budismo afirma que la vida es una ilusión: todos somos uno, no hay una alma individual; somos una gota de lluvia que pronto se unirá al inmenso océano.
La estrategia es el desapego al deseo y ser uno con el mundo.
3. La cultura de la vergüenza y honor
El sentido de la vida para la cultura de la vergüenza y honor es que seas fuerte, noble y que te sacrifiques por el bien de tu tribu o tu familia; básicamente, es la cultura guerrera. El sufrimiento es casi bienvenido porque es una oportunidad de sacrificarte por otros.
La estrategia es no dejar que el sufrimiento te afecte, sino ser fuerte y sacrificado.
Hasta aquí, estas culturas antiguas aprendieron a aceptar el sufrimiento. La última cosmovisión es diferente.
4. Sociedad moderna y secular
La palabra «moderna» se refiere a que la gente en la actualidad cree en hechos científicos, no en los milagros, y, por su parte, el término «secular», que esta cree en el aquí y ahora. La sociedad actual evita el sufrimiento a cualquier costo. Las personas modernas y seculares tienen la libertad de escoger el sentido de su vida o de qué manera serán felices, y sufren cuando no logran obtener lo que quieren o les es quitado.
El problema surge porque ellas escogen algo dentro de este mundo. En las culturas antiguas, el sentido de vida venía de afuera del mundo; entonces, si perdías algo de este mundo, no afectaba tu sentido de vida. Las personas modernas y seculares sufren cuando les quitan o pierden algo de este mundo porque su sentido de vida se ve afectado.
Richard Swinburne menciona que el problema de esta sociedad es que no tiene una estrategia para sobrellevar y superar el sufrimiento. No tienen habilidad para enfrentar el sufrimiento, no tienen seguridad en este mundo para lidiar con él.
5. Cristianismo
Luc Ferry, en su libro A Brief History of Thought, menciona que una razón por la que el cristianismo fue muy atractivo en el Imperio Romano es porque ofrecía a las personas una estrategia para lidiar con el sufrimiento. Esto contrasta mucho con el pensamiento de la época, que decía que no dejemos que nuestro corazón se apegue a algo tan fuertemente. Y la persona promedio encontraba esto muy frío.
Lo que el cristianismo ofrece:
- Un Dios que vino a este mundo y sufrió por nosotros. Esto significa que Él es un Dios personal. Ninguna otra religión ofrece algo así. Este es el único Dios — entre otras cosmovisiones — que experimentó sufrimiento injusto, y lloró. No hay otras cosmovisiones que nos digan que el sufrimiento injusto es real. Es un Dios que, si recurres a Él, conoce cómo es pasar por el sufrimiento. Si pierdes a un hijo, si fuiste traicionado, si has sido rechazado, si has sido víctima de una injusticia; Jesús lo experimentó.
- Un Dios de Amor. En las religiones kármicas y el budismo no hay amor. Sin embargo, el mayor anhelo de nuestro corazón es no perder el amor. Kobayashi Issa después de la muerte de su hija escribió el siguiente poema:
Es este mundo,
un mundo de rocío,
Y sin embargo…
Las primeras dos líneas nos muestran un claro enfoque budista del sufrimiento. Una gota de rocío es algo maravilloso, pero es evanescente y fugaz. No dura para siempre. Issa sabía que lo que el budismo nos dice antes la muerte de alguien es «¡Desapégate! Tienes que soltar, no te aferres». Sin embargo, en la última línea, es como si el autor nos dijera «¡Pero realmente duele! de repente, es imposible dejar de anhelar que se restablezca esta relación de amor».
Cuando alguien muere, no hay mayor anhelo que ser amado, querer estar con tus seres queridos, querer estar con un Dios de amor, y, por su puesto, el cristianismo ofrece eso. Sí, si amas a alguien y muere, eso te destruye; pero la solución no es el desapego, sino que vengas a amar a Dios mucho más. Su amor es consolación. Entonces, cuando pierdo a un ser querido, puedo llorar por él. Y, si tienes el amor de Dios, puedes saber que, cuando mueras, vas a ser parte de un mundo de amor, vas estar con tus seres queridos, vas con el Amor mismo: Dios.
- La idea de resurrección. Un cielo nuevo y tierra nueva. El cristianismo nos promete un mundo nuevo sin maldad ni sufrimiento. En este sentido, el cristianismo no sólo ofrece consolación, sino recreación.
Entonces, según la Biblia, ¿cómo enfrento el sufrimiento?
1) Llora pero 2) confía. Si vemos el ejemplo de Job, podemos observar cómo sufrió. Él llegó al punto de preguntarle a Dios por qué le permitió nacer. Si sufres, permanece en Dios. Job sabía que tenía que existir Dios; de otra manera, no se puede definir al mismo sufrimiento. Él define el sufrimiento.
3) Ora pero 4) Piensa. Job se la pasa quejándose todo el libro (Job es un libro de la Biblia), y, al final Dios le dice: «Job, tu has hecho bien». ¿Cómo es esto posible? Pues, porque Job se la pasó quejándose, lamentándose, reclamando, pero él hizo todas estas cosas ante Dios. No importa qué tan mal te sientas, puedes hablar con Dios. De la manera que estés, habla con Dios. Además, Job, en medio de todo, ponía sus pensamientos en Dios.
«Pero Él sabe el camino que tomo; cuando me haya probado, saldré como el oro» (Job 23:10).
«Yo sé que mi Redentor vive, y al final, se levantará sobre el polvo» (Job 19:25).
5) Reordena tus amores y 6) ten esperanza. En tu lecho de muerte, tus prioridades cambian. Nadie dice «Ojalá hubiera trabajado más». Tal vez, actualmente, amas ciertas cosas más que otras cosas importantes. Si amas tu carrera profesional más que a tu familia, probablemente vas a perder a tu familia y también tu carrera profesional. Reordena tus prioridades, tus amores. Y ten esperanza.
En el último libro de El Señor de Los Anillos, Sam le dice a Gandalf:
«Gandalf! ¡Pensé que estabas muerto! Pero luego pensé que estaba muerto yo. ¿Todo lo triste se va a convertir en falso? ¿Qué le ha pasado al mundo?»
En cierto grado, si crees en la resurrección, sí, todo lo triste se va a convertir en falso. O, poniéndolo de otra manera, el mundo que anhelamos, para el que fuimos creados, va a ser infinitamente más glorioso que este, lleno de sufrimiento y maldad.
Esto es lo que el cristianismo ofrece.