¿Por qué soy cristiana?

Soy cristiana porque, para mí, el cristianismo explica muy bien la realidad.

Explica que los seres humanos somos valiosos, creados por Dios con un valor infinito.

Explica muy bien la condición de maldad en el mundo. En las guerras, la violencia, la pobreza, el consumismo y la contaminación ambiental.

Y no sólo la maldad de afuera, sino también la que está en nuestros corazones. En el egoísmo, la envidia, la codicia y la venganza.

Explica muy bien el sentido de justicia. Al ver maldad y sufrimiento nos enojamos y decimos: ¡esto no está bien! Ante esta pandemia mundial y la muerte de miles de personas, los cristianos decimos: ¡esto está muy mal!

Explica muy bien nuestros más profundos anhelos: el querer que el bien triunfe sobre el mal, el ser amado de una manera perfecta -sin ningún tipo de infidelidad- y para siempre, el tener un Padre que nos ama, nos perdona y acepta incondicionalmente.

Jesús es en quien se cumplen todas estas cosas. Él es regalo de Dios para nosotros.

Es Él quien nos dice que estamos mal, pero quien también nos ama lo suficiente como para pagar por nuestro castigo y atraernos a una vida de gozo y paz con él. En Él se cumple la justicia y el amor, de manera perfecta.

Es Él a quien realmente anhela nuestro corazón, ese perfecto amor que andamos buscando por todas partes. Y, en Él es en quien podemos tener esperanza, incluso si lo peor llega a pasar.

Soy cristiana porque he visto que todas estas cosas de manera real en la vida de muchas personas. Personas que son diferentes luego de haberse encontrado con Él. Y, por supuesto, es mi experiencia propia, de haber pasado de tinieblas a la luz admirable.

Sin duda, la vida tiene sentido y es infinitamente mejor con Él.